La Asociación Placeat se fundó en diciembre de 1972 como una delegación de la asociación PROA de Cáceres. La iniciativa surgió de la mano de los familiares de personas con discapacidad intelectual para atender, promocionar y apoyar a las personas con discapacidad intelectual adulta y sus familiares.
En la actualidad, la organización atiende a 140 usuarios en los centros ocupacionales y a 20 en el Centro Especial de Empleo PLASER (Placeat Servicios), que desde el 2017 realiza trabajos de manipulado de estuches para La Chinata.
Hablamos con el Presidente de la Fundación Placeat y de la asociación Placeat Plena Inclusión, Francisco de Jesús Valverde Luengo.
– ¿Cómo fueron los inicios de la Fundación?
Los inicios de nuestro caminar hace 47 años fueron duros dado que nuestras organizaciones partieron de la nada. La persona con discapacidad intelectual no tenía sitio en la sociedad y languidecía medio oculta en casa de los padres. Eran personas invisibles, no existían para la sociedad.
– ¿Cuál es el perfil de los usuarios?
Son personas con discapacidad intelectual adultas, mayores de 18 años, con un amplio abanico de edades, desde los nuevos ingresos con 18 años, hasta sexagenarios e incluso algún septuagenario. Las expectativas de vida han subido también como en la sociedad en general.
“Para atender a los 160 usuarios disponemos de una plantilla de 105 trabajadores, lo que nos convierte en una empresa generadora de empleo en la zona”
– ¿Cómo ha evolucionado Placeat?
Desde aquellos primeros años de casi beneficencia, a la actualidad, con derechos reconocidos por la Convención de las Naciones Unidas desde 2006, y una transformación de la sociedad que, aunque hay todavía camino por recorrer, va asumiendo la inclusión como norma cotidiana. Nuestra evolución es palpable y visible, para atender a nuestros 160 usuarios disponemos de una plantilla de 105 trabajadores, lo que nos convierte a su vez en una empresa generadora de empleo en la zona.
– ¿Qué iniciativas desarrollan?
Comenzamos creando un Colegio de Educación Especial, que al ir creciendo los alumnos, tuvimos que ir transformando en Centros Ocupacionales, dejando el colegio en 1989 en manos del Ministerio de Educación, para dedicarnos de lleno a la atención de los adultos y su preparación para la integración social y laboral, objetivo que en estos momentos está dirigido a la plena inclusión en todos los aspectos de la vida. En definitiva, conseguir que las personas con discapacidad intelectual sean ciudadanos de pleno derecho.
“Queremos conseguir que las personas con discapacidad intelectual sean ciudadanos de pleno derecho”
– ¿Cuáles son los primeros pasos cuando entra un nuevo usuario?
Todos nuestros usuarios, entren a la edad que entren, son estudiados por el equipo psicológico para evidenciar el nivel de capacidades que tienen. Dependiendo de esas capacidades y hábitos pasan al centro de día o a los centros ocupacionales, donde se les inicia en las distintas actividades que corresponda, sin abandonar un programa de maduración en general sobre habilidades sociales, actividades intelectuales básicas, lectura, escritura, cálculo, etc.
– ¿Cuándo comenzaron las labores para La Chinata?
Nuestra colaboración comenzó a finales de 2017, y ha ido in crescendo, de manera que nuestros talleres están comenzando a tener cierto problema de espacio para la manipulación de los productos, porque cada día nos llegan más pedidos.
– ¿Qué aprenden con los trabajos que desempeñan para La Chinata?
Con los trabajos que nos proporciona La Chinata estamos entrenando el manipulado y confección de estuches, lo que nos aporta una actividad de disociación digital, ordenación por formas y tamaños….al mismo tiempo que se les forma en disciplina, orden y trabajo en equipo, que ayuda a su formación integral.
“Con los trabajos para La Chinata se les forma en disciplina, orden y trabajo en equipo, que ayuda a su formación integral”
– ¿Cuáles son los primeros pasos cuando entra un nuevo usuario?
Todos nuestros usuarios, entren a la edad que entren, son estudiados por el equipo psicológico para evidenciar el nivel de capacidades que tienen. Dependiendo de esas capacidades y hábitos pasan al centro de día o a los centros ocupacionales, donde se les inicia en las distintas actividades que corresponda, sin abandonar un programa de maduración en general sobre habilidades sociales, actividades intelectuales básicas, lectura, escritura, cálculo, etc.
– ¿Qué supone para la Fundación la labor que desempeña para La Chinata?
La colaboración con La Chinata ha supuesto un antes y un después en nuestra tarea ocupacional. Está suponiendo una superación personal y colectiva creando un verdadero centro de interés y de autosatisfacción por la tarea bien hecha y terminada.
– ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta una persona con discapacidad?
Todos los retos del mundo, hasta que el “mundo” se vaya adaptando. La discapacidad no está en la persona, está en el entorno. En cuanto a ese entorno se le haga accesible, habrá mucho camino andado. Vamos a la conquista de la accesibilidad universal.
– La inserción laboral es uno de sus pilares, ¿cómo se podría incentivar la contratación de personas con discapacidad en las empresas?
Las empresas están comenzando a valorar la aportación positiva que hacen las personas con discapacidad una vez que, como he dicho anteriormente, su puesto de trabajo esté adaptado. Y para esto hoy hay normas e incentivos laborales que facilitan esa inserción. Creo que todavía hay desconocimiento de esos incentivos, por lo que nuestras organizaciones están levantando banderas para demostrar las “capacidades” de los “discapaces”.
“Lo más gratificante de la labor de la asociación es ver a nuestros hijos o familiares felices, sintiéndose útiles a la sociedad”
– Además del terreno laboral, ¿dónde considera que se debería generar mayor conciencia sobre la inclusión social de las personas con discapacidad?
La concienciación de que ante todo un “discapacitado” es persona y por consiguiente ciudadano, con derechos y deberes como cualquier otro, nos tiene que llevar a la conclusión de que con los debidos apoyos y adaptaciones puede llegar a desempeñar muchos puestos de trabajo que hasta hace poco tiempo eran impensables. Pero, repito, es una tarea colectiva, no solamente del terreno laboral, abarca todos los aspectos de la ciudadanía, el ocio, el deporte, los espectáculos…
– ¿Qué es lo más gratificante de esta labor que desempeñan en la Fundación?
Lo primero es ver a nuestros hijos o familiares felices, sintiéndose útiles a la sociedad, adquiriendo día a día mayores niveles de autonomía y, como nos pasa en Placeat con los 20 trabajadores de PLASER, consiguiendo su total autonomía al tener un puesto de trabajo.
– ¿Cuáles son las actividades que está desarrollando en la actualidad?
Placeat, tanto Fundación como la propia Asociación, tienen una trayectoria que se inicia con el día a día. Los talleres, el Centro de día, el Centro especial de empleo, trabaja lo cotidiano, para que las rutinas sean cada vez más enriquecedoras para la persona con discapacidad intelectual. Tenemos creados los Galardones Placeat, que se entregan anualmente a una persona y a una entidad que a nuestro parecer se lo merece por su compromiso con el colectivo de las personas con discapacidad intelectual.
Y últimamente hemos convocado un Premio Nacional de Periodismo Placeat, con el mecenazgo de seis empresas placentinas entre las que se encuentra La Chinata, con el objetivo de premiar el artículo publicado en prensa que mejor defienda a las personas con discapacidad intelectual y ayude a la plena inclusión. Las bases del premio están publicadas en nuestra web y redes sociales.
– ¿Cuáles son los proyectos de futuro?
Este 2019 estamos desarrollando un programa de actividades, ‘Pórtico al cincuentenario de Placeat 1972 – 2022’, que queremos desarrollar en estos tres años para culminar en el 2022 con nuevas metas conquistadas, como la ampliación de residencias, para poder dar albergue a todos nuestros usuarios (en la actualidad tenemos 90 plazas residenciales, pero nos faltan 70 para poder acoger a todos cuando las necesidades familiares así lo requieran).
Otro proyecto es una residencia para padres e hijos, anhelo de poder envejecer al lado de nuestros hijos, personas con discapacidad intelectual.
También conseguir nuevas colaboraciones con más empresas, tal y como estamos haciendo con La Chinata. Y como es frase habitual en nosotros, esto será siempre una tarea inacabada.
¿Quiere añadir algo más?
Para terminar, manifestar nuestro respeto y agradecimiento a La Chinata, por su sensibilidad, su altruismo y su buen hacer, porque gracias a la actividad que nos proporciona está haciendo felices a nuestros usuarios y a sus familias. Gracias.